
Con dolor por la muerte del Papa Francisco hacemos súplicas a Dios por su eterno descanso y elevamos nuestra acción de gracias por su vida y ministerio en servicio abnegado de la Iglesia.
El Señor Jesús ha bendecido a la Iglesia en esta hora histórica con un gran Pontífice, defensor de los pobres y de la paz, así como un impulsor de la participación eclesial de todo el Pueblo de Dios.
Descanse en paz, descanse en Dios,Papa Francisco.
